Brun, Alexandre 1880c Vista del Salon Carré
en el Louvre
Muchos ven al marco en una obra como la ventana que nos presenta un mundo nuevo, la puerta que nos invita a otras dimensiones, metáforas que convierten al marco en el embajador de la obra de arte. Así de importante es esta relación entre ambos. Por eso la obra de arte siempre está ligada a la historia del marco desde la época bizantina donde comienza esta relación fuerte entre obra y el enmarcado.
Iniciando el mismo con las obras religiosas
de la Edad Media con los retablos que
veremos en las iglesias, esos pequeñas obras pintadas sobre madera con motivos religiosos a lo que le hacia un borde en relieve relacionado
con los elementos religiosos del edificio.
Con la aparición del lienzo y la pintura de
caballete para el siglo XVII, se comienza a desarrollar el marco como una pieza aparte
que se agrega al cuadro el cual es fabricado por escultores y ebanistas hasta
Siglo XIX. Durante el reinado de Luis XIV los marcos comenzaron a formar parte
nos solo de pinturas sino también de espejos y tapices. Surgiendo de esta manera
un estilo de marcos que se denomino Luis XIV,
XV y XVI con unas características muy propias donde son frecuentemente dorados
y con una excelente calidad técnica en su fabricación.
Ya para el siglo XVIII, la producción del marco comienza a realizarse en serie y el yeso comienza a reemplazar poco a poco la madera. Veremos muchos marcos y espejos cuyo diseño o elaboración están integrados hojas, flores y cartelas en los centros.
Ya para el siglo XVIII, la producción del marco comienza a realizarse en serie y el yeso comienza a reemplazar poco a poco la madera. Veremos muchos marcos y espejos cuyo diseño o elaboración están integrados hojas, flores y cartelas en los centros.
Para fines del siglo XIX el enmarcado comienza
a utilizar procedimientos mecánicos para su producción. Debemos señalar que los
impresionistas solían enmarcar sus obras con marcos en colores claros o en
blanco, aunque según los historiadores no se conservan mucho de esos marcos ya
que sus compradores los sustituían por marcos dorados antiguos o de la época.
Ya
para el Siglo XX se desarrolla una gran variedad de maneras para enmarcar y
en algunos casos hasta el propio artista diseñan sus propios marcos. Se adaptan marcos antiguos a obras modernas o
simplemente vemos una total ausencia del
marco en la obra como veremos en la pintura abstracta de esas décadas. Los
estilos de molduras flotantes en las pinturas se hacen comunes.
Finalmente los modelos o estilos de molduras van a ir evolucionando según los gustos de cada época y los estilos artísticos que predominen en la misma quienes dictaran estos cambios. Pero siempre existirá esta estrecha y rica relación entre marcos y obras.
Finalmente los modelos o estilos de molduras van a ir evolucionando según los gustos de cada época y los estilos artísticos que predominen en la misma quienes dictaran estos cambios. Pero siempre existirá esta estrecha y rica relación entre marcos y obras.
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